55 presuntas víctimas de trata de personas en el trabajo en el sitio de construcción de la empresa química Borealis en el puerto de Amberes

Borealis, uno de los principales actores de la química europea, está construyendo una fábrica de plástico en Kallo, Flandes Oriental, cerca del puerto de Amberes. La empresa quiere convertir el gas propano en propileno, un componente básico en el sector químico que aparece en parachoques de automóviles, envases, jeringas y aspiradoras.

“Efectivamente, las víctimas de la trata de personas trabajaban en el astillero”, confirma a De Tijd el fiscal laboral Bart Wens. Varios indicadores apuntan en esa dirección. Los hombres, cada uno de ascendencia filipina y bengalí, habrían recibido un salario mensual de apenas 650 euros para trabajar seis días de siete.

En una respuesta a Gazet van Antwerpen y De Tijd, Borealis dice que estos no son empleados de Borealis en sí, sino empleados del contratista IREM-Ponticelli. Borealis enfatiza que espera que todos sus socios “se comporten de manera ética y conforme, como se establece claramente en el Código de Conducta Empresarial de Borealis y que cumplan plenamente con todos los requisitos legales, incluidas las leyes laborales”.



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