50 años de «Raw Power» de Iggy Pop & The Stooges: alboroto de filigrana


El tercer trabajo comercial, variado, casi de filigrana para esta camarilla antidisturbios, poco antes de la escisión final, pero que aún no arrojaba las cifras de ventas que se necesitaban con urgencia.

El crédito se debe a David Bowie por tomar a Iggy Pop bajo su ala, sostener su mano en rehabilitación, conseguirle un manager y el contrato con Columbia, porque los clásicos del garaje como «Search and Destroy» y la canción principal son el verdadero negocio, ha sido una pena.

Ron Asheton, por otro lado, debe ser felicitado porque se conformó con el bajo y así despejó el camino para James Williamson en la guitarra, quien aquí se vuelve ofensivo e incluso relativamente complicado, y a quien nunca se le agradeció por eso. Al contrario, en él se encontraba el gran coco, que se dice que lo volvió a ser.

Es una cuestión de honor que la banda siempre se lleve la delantera por un pelo y que el sonido provenga del alcantarillado.

Un artículo del archivo RS



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