El equipo de producción de Érase una vez en Hollywood transformó Tinseltown de vuelta al paisaje de finales de la década de 1960, gracias a los lavados de cara retro en Hollywood Boulevard y Westwood Village, pero no todo fue fácil.
Como se indica en IndieWirefue un desafío para Tarantino convencer a la Cámara de Comercio de Hollywood para que le permitiera restaurar partes de Hollywood Boulevard, pero usando su pasión por Hollywood y mostrando cómo quería reflejar las cosas que hicieron famosa a la ciudad en ese momento, él logró poner en marcha la restauración.
La restauración incluyó elementos culturales pasados como el Teatro Pussycat, el Teatro psicodélico Aquarius y Peaches Records & Tapes. Con la recreación del Teatro Pussycat, el equipo tomó toda la fachada, la reconstruyó, pieza por pieza, con grúas y la volvió a colocar con el letrero de neón.
Pero el cambio de imagen más difícil fue, de hecho, crear un Taco Bell original. Aparentemente, el equipo de ubicación logró encontrar un lugar en el sur donde un hombre había cerrado un restaurante y pudo derribarlo para abrir un nuevo restaurante, y en su lugar, dejó que el equipo lo renovara de nuevo a un Taco Bell de aspecto original, con su señalización original y el hombre de Taco Bell.
¡Los esfuerzos ciertamente se reflejan en el flashback surrealista de Los Ángeles de 1969 en la película!