El propio ex político afirma que en una ocasión gastó en la colección de arte el doble de lo producido. Un total de doce obras de arte fueron subastadas. La oferta más alta fue por el tríptico de Alechinsky. Un postor pagó por ello 6.600 euros. Después de inversiones fallidas en criptomonedas, Martens pidió dinero prestado a decenas de personas, pero posteriormente no pudo devolverlo. Esas deudas ascienden a más de tres millones de euros, múltiplo de lo que arrojó la subasta. Martens también se enfrenta a una investigación por fraude y abuso de confianza.