19 Personas cuyas narices deberían haber crecido como las de Pinocho porque mintieron entre dientes


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Y: «Tenía un compañero de trabajo, K, que durante años decía las mentiras más obvias. Nunca lo llamé, aunque me moría por hacerlo, ya que solo éramos compañeros de trabajo y no hubiera valido la pena. ¿Dónde?» ¿Por qué empiezo? Dijo que una vez estaba yendo a buscar casa con su prometida, quien se enamoró de una casa. Durante la jornada de puertas abiertas, escuchó a un hombre expresar interés en comprarla. Entonces, según K, siguió al hombre afuera. , anotó su número de matrícula, fue a la comisaría de policía local y utilizó su sistema para buscar la información del hombre. Luego, K fue a Facebook para encontrarlo, le envió un mensaje y le dijo que no podía hacer una oferta. casa porque K iba a hacerlo. Y el hombre accedió a retirarse.»

«Además, mientras buscaba una casa, K habló directamente con el dueño de la casa, y el dueño quedó tan encantado que bajaron el precio en $100 mil, ¡solo para él! Fue extraño porque nunca terminó adquiriendo la casa… casi como si ¡nunca sucedió!

Sin embargo, creo que mi mentira favorita fue cuando ‘solicitó trabajar para el FBI’ y su historia detrás de eso. Pasó por todo el proceso para ser agente, llegando a una ronda de entrevistas tipo panel. Dijo que las personas que lo entrevistaron quedaron muy impresionadas con su currículum y sus habilidades para entrevistar. En un momento, supongo que preguntaron sobre actividades ilegales, y según K, hizo una ‘broma’ diciendo que consideraba ilegal cada primera cita con una mujer porque era básicamente trabajo sexual ya que él pagaría por la cita y bueno, después, habría intimidad. Al parecer, la broma tuvo un gran éxito y le garantizaron un trabajo. Seguí y nunca consiguió el trabajo. Casi como si… nunca hubiera sucedido.

Bueno, espera, uno más. Esta podría ser la mentira más obvia. Cuando él y su prometida llevaron a su hija recién nacida a su cita con el pediatra de 30 días, no bromeo, trató de convencerme de que su hija no solo dio sus primeros pasos, sino que caminó por toda la sala de examen. ¡¡¡Y su pediatra exclamaba que nunca habían visto algo así en sus vidas!!!!»

-Anónimo



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