El profesor hace su llamada el martes en respuesta a un informe recién publicado del Instituto Forestal Europeo, que analiza la biodiversidad en los bosques europeos. El informe examina más de cerca la gestión de los bosques con miras a aumentar la biodiversidad. Participaron trece investigadores de diez países europeos diferentes, incluidos Bart Muys y Koenraad Van Meerbeek de KU Leuven.
Bélgica no tiene bosques primitivos como los que se pueden encontrar en Rumania o Polonia, por ejemplo, pero hay partes que han permanecido como áreas forestales desde mediados del siglo XVIII. “Estos bosques albergan especies raras de plantas y animales”, dice Muys. “Pero una gran parte está prohibida: los bosques todavía están coloreados en los mapas regionales como áreas residenciales o agrícolas. Como resultado, en teoría podrían ser cortados así como así”.
Los bosques de los que habla el profesor Muys están repartidos por todo el país. El profesor menciona varias áreas en el sur de Limburgo o Brabante como ejemplos.
El informe también hace varias recomendaciones para aumentar la biodiversidad en los bosques. Uno de los consejos más importantes es que debería haber un mejor seguimiento. Además, según los científicos, todavía hay espacio para colaborar con el sector privado. “Por ejemplo, se podría idear un sistema en el que los propietarios de los bosques reciban subsidios si toman medidas relacionadas con la biodiversidad”, dice Muys. “También hay un incentivo financiero”.