Una automovilista tuvo que entregar su licencia de conducir el sábado por la tarde porque conducía demasiado rápido en la A2. Después de la corrección, su velocidad se fijó en 151 kilómetros por hora, mientras que solo se le permitió conducir 90 con su remolque.
Ella también tenía su teléfono en la mano. En sus propias palabras, para poder vigilar a Flitsmeister. “Desafortunadamente, esta aplicación no ve motociclistas discretos de la policía”, escribió la policía de tránsito en Twitter.
La mujer ha perdido por el momento su carné de conducir y será multada con 350 euros por sujetar su teléfono.