El 17 de octubre se descubrió un vivero de cannabis en una casa en Rivierensingel, en Helmond. En el interior había ochocientas plantas de cáñamo, repartidas por el primer piso y el ático. También había elementos que indicarían que se trataba de una guardería profesional que sería eslabón del narcotráfico profesional.
El municipio decidió hoy cerrar la casa durante tres meses. Existe riesgo de incendio debido a la guardería. La casa también está ubicada en medio de una zona residencial, lo que puede afectar el entorno de vida y la sensación de seguridad de los residentes locales.