La sanción corresponde al requerimiento del Ministerio Público. Se establece ante el juez que A. fue quien mató a Slurink (33) con un objeto cortante en la noche del 20 al 21 de marzo de 1997. Una puñalada en el corazón la mató. En enero de 2020, gracias a nuevas técnicas, hubo una coincidencia de ADN con A.
El arma blanca nunca fue encontrada. No había señales de robo en la casa de Van Brakelplein. Tampoco había signos de lucha. Los residentes locales escucharon pasos y discusiones entre un hombre y una mujer alrededor de la medianoche. También se observó un grito de dolor, portazo y puerta trasera abierta.
Previamente condenado
A. fue condenado anteriormente por robos y delitos violentos en Groningen en los que estuvo involucrado un cuchillo. Fue arrestado en Brabante Septentrional a principios de 2021, tras una investigación adicional. A. se había mudado al sur poco después de la muerte de Slurink. El A. que vive en Geldrop, que fue encontrado por la policía varias veces en los jardines de otros en Groningen y Noord-Brabant, siempre lo ha negado. Dijo que no conocía a Slurink.
Según él, su ADN debe haber terminado debajo de las uñas de Slurink de forma indirecta. Por ejemplo, a través del transporte público o de un carrito de la compra, oa través de sus trabajos como repartidor de periódicos y repartidor de comidas. Varios escenarios han sido ampliamente investigados. El Instituto Forense de los Países Bajos (NFI) considera que la posibilidad de una transferencia indirecta es muy pequeña. Los expertos consideran que es más probable que Slurink se rascara a A. en agonía.
Según el tribunal, esto también es “mucho más probable”. Por lo tanto, el juez ve el ADN como un rastro del perpetrador. Se culpa mucho a A. de que nunca dio franqueza.
A. no quería participar en investigaciones psicológicas, ni siquiera en el Centro Pieter Baan. Los expertos no han podido identificar ningún trastorno de esta manera.