El 1. FC Colonia tiene que recuperarse tras la derrota por 1:5 en Darmstadt. Así afronta la presión el entrenador Gerhard Struber.
El viernes por la noche, el 1. FC Colonia luchará contra la crisis ante 50.000 aficionados en su Rheinenergiestadion local. Si tras el 5-1 en Darmstadt ante el SC Paderborn se produce otro error, las cosas serán aún más incómodas para el entrenador Gerhard Struber y su equipo de lo que ya son.
En los últimos días no se ha pasado por alto que en Geißbockheim son conscientes de la especial importancia de este partido. El sábado, el día después del bofetón de Darmstadt, hubo una clara discusión entre bastidores. Desde el martes, inusualmente temprano, el FC entrena a puerta cerrada para aislarse.
El entrenador Struber y el jefe deportivo Christian Keller no escatimaron esfuerzos para transmitir al equipo que había llegado la hora: el equipo de Colonia no debe perder más terreno en la 2. Bundesliga. “Veremos el viernes si todo tiene éxito”, dice Struber, de cara al histórico partido de Paderborn.
Por supuesto, el problema del Darmstadt fue “discutido muy intensamente juntos”, comentó el entrenador del FC, comentando el análisis a puerta cerrada. “Aprender de ello, mejorar y no volver a abandonar un juego como ese”. Struber asegura: “Los chicos eran muy, muy críticos consigo mismos y sabían que muchas cosas no funcionaban”.
El hombre de 47 años tiene la sensación de que la situación vuelve a evolucionar en la dirección correcta después de la explosión interna: “Hemos logrado un buen equilibrio entre ‘llamar a las cosas muy críticas por su nombre’ y ‘desarrollar el espíritu'”, así dice describe su trabajo de los últimos días. Tras el procesamiento, los jugadores se mostraron “de nuevo libres y muy optimistas”. Todo el mundo está “esperando con ansias” que llegue el viernes.
Por supuesto, esto no cambia el hecho de que el FC está bajo una enorme presión. El propio Struber necesita sobre todo la victoria en casa para poder seguir trabajando en paz. Una derrota adicional debilitaría cada vez más su posición. Al menos exteriormente, el austriaco se muestra tranquilo: “Soy entrenador de fútbol. Es normal estar bajo presión. No es nada especial”.
Especialmente en el FC es “una cierta normalidad estar bajo presión”. Struber admite: “Está ahí, lo necesito en cierta medida”. Esto también se aplica a su equipo. “Así podemos manejar bien la presión que es omnipresente”.
Las pruebas de esto están pendientes. Gracias al 1:5 en Darmstadt, el FC está ahora sólo décimo en la clasificación de la segunda división, a seis puntos de los puestos de ascenso y sólo cinco puntos por delante del puesto 16. Una nueva caída ante el Paderborn sólo aumentaría la presión.
“Está claro que ese no era nuestro objetivo en Darmstadt. Al mismo tiempo, es importante que proporcionemos a los muchachos una retroalimentación orientada a soluciones y que ofrezca un objetivo común”, explica Struber su enfoque y sus exigencias: “Tenemos que hacerlo. No involucrarse en ningún tipo de activismo ni caer en un estado de luto”. Lo que se necesita para ello no es ningún secreto: tres puntos contra el Paderborn.