1.000 días de matanza y sin fin a la vista

El día número 1.000 es una fecha artificial: para el pueblo de Ucrania, para los soldados en el frente o para los civiles en las ciudades, este día se diferencia poco de otros días de la guerra. Experimentan sufrimiento, miedo. Están expuestos a ataques con misiles y drones de Rusia, que no excluyen a los hospitales infantiles ni a los supermercados.

Muchos ucranianos todavía recuerdan a las víctimas de la guerra con un minuto de silencio cada mañana a las nueve en punto. Hacen una pausa: en las gasolineras, en clase o incluso en el tráfico.

Alemania ayudó especialmente en el ámbito de la defensa antiaérea. El Cheetah ofrece protección contra drones y los sistemas Patriot alemanes ayudan en la defensa contra misiles rusos. En los últimos días, cuando Rusia disparó más de 200 misiles simultáneamente contra objetivos en Ucrania, las defensas aéreas ucranianas quedaron sobrecargadas. Hubo fuertes golpes en todo el país. Sin embargo, se lanzaron varios cohetes.

Al comienzo de la guerra, Ucrania no tenía defensas antiaéreas. Todos los misiles rusos impactaron. La gente escribía “Cerrar el cielo” en puentes y muros. Este eslogan se podía leer desde Lviv hasta Dniéper. Pero en ese momento nadie tenía esperanzas de que esto pudiera tener éxito alguna vez.

El cielo no está cerrado hoy, pero los aviones de combate rusos Mig ya no sobrevuelan Járkov o Kiev, sino sus misiles. La defensa antiaérea todavía no es suficiente. Faltan sistemas y municiones y no existe una protección real contra algunos tipos de misiles hipersónicos rusos.

Ucrania ha registrado grandes éxitos en el Mar Negro occidental. Aunque Rusia ha disuelto unilateralmente el acuerdo sobre cereales y bombardea periódicamente los puertos de Odessa y la desembocadura del Danubio, los cargueros internacionales de cereales se marchan, incluso en alta mar. Incluso se ha reanudado el transporte de contenedores. Para este éxito fueron decisivos el hundimiento del buque de guerra ruso “Moskva”, la reconquista de la isla de las Serpientes y el desarrollo de los drones acuáticos ucranianos.

Los puertos militares rusos en Crimea también están dentro del alcance de los misiles que Inglaterra y Francia han suministrado a Ucrania. La presión militar llegó a ser tan grande que Rusia se vio obligada a trasladar su mando naval hacia el este, hasta el mar de Azov.

Ucrania como país ha sobrevivido 1.000 días de guerra. Es incluso más fuerte militarmente que al comienzo de la guerra de agresión rusa. Pero el panorama, en vista de la superioridad rusa, sigue siendo sombrío. Se puede suponer que seguirán muchos más días de guerra.

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