El jueves pasado, la agencia de noticias ucraniana Unian organizó una conferencia de prensa con tres soldados rusos capturados. Las imágenes del evento ahora se comparten en línea en masa. El poderoso mensaje del comandante emocional Astakhov Dmitry Mikhailovich es especialmente sensacional.
Ahora que el hombre ha visto la situación en Ucrania con sus propios ojos, debe estar de acuerdo con los ucranianos por oponerse a los rusos, dice. Mikhailovich dice que sus dudas sobre toda la operación crecieron aún más cuando vio a dos de sus boxeadores favoritos, Oleksandr Usyk y Vasiliy Lomachenko, comprometidos a luchar contra el ejército ruso. “Estoy avergonzado de que hayamos venido a este país, a esta área, al territorio de Ucrania”, dijo Mikhailovich.
Lástima
El ruso muestra sus emociones cuando quiere disculparse personalmente: “No encuentro las palabras para pedir perdón al pueblo ucraniano”. Agrega que “entendería” si Rusia nunca fuera perdonada.
Insta encarecidamente a los ucranianos a que dejen vivir a los soldados rusos: “Muchos de ellos simplemente están avergonzados. No quieren la guerra”. Mikhailovich también pide que los soldados sean enviados “vivos” a Rusia para que puedan contar a sus compatriotas “lo que pasó aquí”.
Y añade: “Espero sinceramente tu misericordia para los que acuden a ti con las manos en alto, o para los que están heridos. No debemos sembrar muerte. Es mejor apreciar la vida”.
Para las tropas rusas que aún luchan, tiene un poderoso mensaje: “Les ruego que paren antes de que sea demasiado tarde… Rusia no puede ganar aquí”.
‘Libertadores’
Su testimonio se hace eco de las declaraciones de otros prisioneros rusos que fueron interrogados por las tropas ucranianas. Dicen que les dijeron que el gobierno ucraniano había sido derrocado y que serían considerados ‘libertadores’, con poca resistencia por parte del pueblo ucraniano. Pero la realidad sobre el terreno es completamente diferente. El ejército ucraniano y la población resistieron ferozmente.
No se puede verificar ninguna declaración hecha por los soldados rusos capturados y las declaraciones pueden haber sido hechas bajo algún grado de coerción. Aunque el testimonio de Mikhailovich parece valiente y sincero.
La consistencia con la que se cuenta la misma historia, por soldados rusos de diferentes unidades que luchan en otras partes del país y no han tenido tiempo de alinear sus historias, es sorprendente.