Φsat-2, la inteligencia artificial lidera la misión de la ESA para observar la Tierra


Desde la monitorización de los ecosistemas marinos hasta la lucha contra incendios pasando por una serie de otras actividades en las que se utiliza la inteligencia artificial para la observación de la Tierra de forma innovadora. Todo gracias al satélite Φsat-2 de la ESA, que despegó en un cohete Falcon 9 mediante Exolaunch desde la base espacial Vandenberg en California el 16 de agosto. Un hecho innovador que, como subraya Simonetta Cheli, directora de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, inaugura una nueva era.

El potencial de la inteligencia artificial

«Estamos encantados de lanzar Φsat-2, que demostrará el potencial revolucionario de la inteligencia artificial en la observación de la Tierra – anuncia -. Esta misión marca el comienzo de una nueva era de información útil que recibimos del espacio y nos permitirá monitorear nuestro planeta de manera más inteligente y eficiente». El nuevo satélite, de reducidas dimensiones (22 x 10 x 33 centímetros), está equipado con una cámara multiespectral de última generación y un potente ordenador con inteligencia artificial que analiza y procesa imágenes mientras está en órbita.

De los ecosistemas marinos a los incendios

«Con seis aplicaciones de inteligencia artificial a bordo – subraya la ESA -, el satélite está diseñado para transformar imágenes en mapas, detectar nubes en imágenes, clasificarlas y proporcionar información sobre su distribución, detectar y clasificar buques, comprimir imágenes a bordo para reconstruirlas en tierra, reduciendo el tiempo de descarga, identificando anomalías en los ecosistemas marinos y detectando incendios.» No sólo eso: «Φsat-2 abrirá una nueva era de información útil desde el espacio para demostrar la capacidad de implementar diferentes aplicaciones y funciones de IA. Todas las actividades previstas para alcanzar estos objetivos se llevarán a cabo en órbita – continúa la ESA – Además, permitirá desarrollar, instalar y operar aplicaciones de inteligencia artificial personalizadas en el satélite, incluso cuando esté en órbita. Esto permitirá que Φsat-2 se adapte a las necesidades cambiantes, maximizando su valor para científicos, empresas y gobiernos».

El satélite meteorológico del Ártico también está en órbita

También está en proyecto el satélite meteorológico del Ártico de la ESA, «una misión prototipo que pretende mejorar las previsiones meteorológicas en el Ártico, una región que actualmente no dispone de datos precisos para las previsiones a corto plazo». El satélite aprovechará los datos de los satélites de vigilancia del Ártico existentes y proporcionará previsiones meteorológicas precisas a corto plazo para la región del Ártico. Equipado con un radiómetro de microondas de barrido cruzado de 19 canales “proporcionará detecciones de alta resolución de humedad y temperatura atmosféricas en todas las condiciones climáticas”. «El pionero satélite meteorológico del Ártico – subraya el director – demostrará cómo disponer de datos con mayor frecuencia puede mejorar las previsiones meteorológicas para la región ártica, donde la escasez de datos ha sido durante mucho tiempo un desafío. Esta misión es un testimonio de nuestro compromiso con el avance de la tecnología espacial de manera rápida y eficiente: pasamos de la adjudicación del contrato a su finalización en solo 36 meses”.

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